Necesitas saber que
- Cualquier cosa que comemos, bebemos y respiramos, afecta significativamente las funciones cerebrales.
- Una excelente alimentación, intensifica el crecimiento del cerebro y su desarrollo.
- Dosis sanas y correctas de grasa son críticas para el crecimiento del cerebro y son una importante fuente de energía.
- Dosis sanas y correctas de proteínas y carbohidratos son esenciales para tener energía, recuperación y crecimiento del cerebro.
- Una alimentación pobre puede reducir o detener el crecimiento y desarrollo del cerebro.
- Los rayos de sol son importantes para tener huesos sanos, defensas del organismo y funciones cerebrales.
- Si tu hijo tiene infecciones respiratorias, de oídos o sinusitis, pueden estar relacionadas con la comida o con alergias al medio ambiente.
- Alergias a las comidas pueden causar estreñimiento, diarrea, problemas digestivos, irritación en la piel, irritabilidad, hiperactividad, problemas de conducta y un incremento en las convulsiones.
- Síntomas parecidos a los del catarro o síntomas a otras enfermedades comunes pueden ser el resultado de intoxicación con la comida.
- El manejo correcto y seguro de la comida y de su refrigeración ayuda a prevenir la intoxicación por la comida.
Lo que se recomienda hacer
- Dale a tu hijo el pecho por el período de tiempo más largo que puedas.
- Dale a tu hijo varias raciones de una buena variedad de frutas y verduras todos los días.
- Dale a tu hijo una buena variedad de proteína no procesada como: carne fresca, pescado, huevos o pollo todos los días.
- Dale a tu hijo una buena variedad de grasas sanas como: nueces, semillas, aguacate, aceite de oliva, entre otras.
- Dale a tu hijo una buena variedad de carbohidratos no procesados como: arroz integral, quinoa, lentejas y otros granos enteros, todos los días.
- Prepara y cocina tu propia comida, de preferencia orgánica, y dale de comer balanceadamente a tu hijo cuando menos cuatro (4) veces al día.
- Si tu hijo tiene problemas al tragar o masticar, dale pequeñas raciones de comidas mas de cuatro (4) veces al día.
- Elimina paulatinamente la comida alergénica, hasta hacerlo definitivamente: productos lácteos, trigo y maíz.
- Dale a tu hijo probióticos (bacteria buena del intestino) como: acidófilos, la bacteria que produce el yogur, lo venden también en farmacias.
- Ten cuidado al manejar y preparar la comida, lee todas las etiquetas y las fechas de caducidad, evita las carnes molidas, cuece bien el pollo muy bien. Utiliza utensilios de acero inoxidable o de vidrio templado.
Lo que no se recomienda que haga
- No le des a tu hijo comida procesada como salchichas o comida rápida.
- No le agregues a la comida de tu hijo endulzantes artificiales.
- No le des a tu hijo comida con colores o sabores artificiales o aditivos.
- No le des a tu hijo refrescos de ningún tipo, bebidas de jugos procesados, bebidas con cafeína o descafeinadas.
- No le des a tu hijo aceite hidrogenado o parcialmente hidrogenado.
- No le des a tu hijo alimentos fritos.
- No le des a tu hijo cualquier alimento que pueda deteriorar su conducta o su condición general, puesto que puede ser alérgico a esos alimentos.
- No le des la misma comida todos los días.
- No le des a tu hijo alimentos perecederos que hayan estado fuera del refrigerador por más de dos (2) horas.
- No ignores la fecha de caducidad en la comida o en los suplementos alimenticios.
- No permitas que otras personas le den de comer a tu hijo lo que tú no has probado.
En estas recomendaciones, siempre tenemos que guiarnos por nuestra intuición ya que conocemos a nuestros hijos más que nadie, y como no, por el profesional de salud, no llevar todo al extremo, lo mencionado aquí se refiere a no dar como "alimento", ya que darles a probar y experimentar nuevos sabores y texturas dependiendo de cada niño, es excelente, sin abusar y siempre con cuidado, por posibles reacciones alérgicas.
Agua y balance de líquidos
- Agua pura es la bebida más sana para tu hijo.
- Un adecuado balance de líquidos es importante para el adecuado funcionamiento del cerebro.
- Signos de un adecuado balance de líquidos son una buena boca humectada y una orina clara.
- Pocos líquidos en la dieta son dañinos para el organismo y el cerebro.
- Líquidos en exceso en la dieta son dañinos para el organismo y el cerebro.
- Jugos de frutas, refrescos y bebidas dulces, interfieren en la apropiada nutrición, disminuyen el apetito, incrementan la sed y pueden empeorar el reflujo gastroesofágico, el cual es común en niños con lesión cerebral.
- Comidas con mucha sal o muy dulces pueden causar retención de líquidos e incrementar la sed.
- Demasiado líquido puede incrementar la frecuencia de convulsiones y causar irritabilidad, hiperactividad y crear más saliva (babear).
- Los niños con hiperactividad, suelen beber líquidos con exceso como, agua de la llave (grifo), agua a la hora de bañarse y agua de la piscina (alberca) sin que sus padres se percaten.
- Beber líquidos a la hora de comer interfiere con la digestión y empeora el reflujo.
La hiperhidratación se genera cuando el consumo de agua es superior a la eliminación y las alteraciones que pueden producirse se deben a la transportación excesiva de sodio en la sangre y el órgano más afectado suele ser el cerebro, pues los cambios bruscos en el contenido de agua generan la imposibilidad de adaptación de las neuronas y pueden ocasionar confusión mental, convulsiones y hasta el coma. La hiperhidratación se puede producir a partir de siete (7) litros. Consulte a su médico especialista que le hará un estudio y calculará la cantidad de líquidos que debe ingerir su hijo, dependiendo del peso, edad, estatura y necesidades específicas. Nunca superar los cinco (5) litros al día.
Lo que se recomienda hacer
- Dale a tu hijo pequeñas y frecuentes cantidades de agua pura entre comidas.
- Asegúrate que tu hijo consume suficiente agua pura en su dieta para mantener su boca humectada y su orina clara.
- Si tu hijo no traga los líquidos bien, dale más fruta fresca, verduras y comida húmeda.
- Si tu hijo está enfermo con calentura, vómito o diarrea dale líquidos frecuentemente y en cantidades pequeñas para prevenir la deshidratación.
- Si tu hijo tiene convulsiones, controla los líquidos que bebe y las cantidades que toma.
- Si tu hijo es hiperactivo, controla los líquidos que bebe y las cantidades que toma.
Lo que no se recomienda que haga
- No le des a tu hijo jugo en lugar de agua.
- No le des a tu hijo bebidas energéticas o bebidas con cafeína o descafeinadas.
- No le des a tu hijo agua justo antes de las comidas o durante ellas.
- No permitas que tu hijo con hiperactividad beba libremente agua.
- No le des agua en exceso a tu hijo.
Fuente: El camino al bienestar y salud de Glenn Doman, y recomendaciones propias